Mi Cubo Financiero
Les voy a contar cómo aprendí a armar el cubo de Rubik. Cuando era operador del mercado de bonos los niveles de stress eran muy altos; muchas veces tuve posiciones especulativas que implicaba largos (casi eternos) momentos de espera y tensión. La mejor recomendación que recibí para manejar la ansiedad era buscar alguna manera de entretener la mente para pensar en algo diferente al millón de posibilidades catastróficas que pueden pasarle a una posición de hasta 100 millones de dólares en un mercado con una volatilidad que oscila entre el 1 y el 2%. Intenté varias alternativas como el sudoku o girar el lápiz entre los dedos. Algún día descubrí el juguete de moda: El cubo Rubik. Me pareció fantástico y pensé que el cubo podía volverse mi terapia anti-estrés de mercado. Me compré un cubo y le dedique muchas horas a aprender cómo armarlo. Después de varias semanas aprendí a armar una sola cara y lo practiqué hasta tenerlo claro. El reto estaba en progreso: tenía que armar el cubo completo. Me tomó un par de años lograrlo y de la repetición la fluidez para hacerlo. Con el tiempo descubrí que en internet explican paso a paso cómo armarlo; estaba disponible en Google! Como Steve Jobs con sus clases de caligrafía, nunca me imaginé para que me iba a servir aprender a armar el cubo.
Y los puntos se van uniendo.. de mis cerca de 25 años de experiencia en el sector financiero, pasé los últimos 10 años en la bolsa de valores. Allí conocí a muchos inversionistas personales de todos los perfiles. Vi a muchos clientes arriesgar y ganar y a muchos otros cometer muchos errores aún de la mano de un experto asesorando con la mejor intención. Aprendí cómo las personas financieramente exitosas viven con su realidad financiera, cómo financian los sueños, como planean la vejez, como cuidan su patrimonio y como se endeudan efectivamente.
Dentro de mis actividades de responsabilidad social, Tuve la oportunidad de participar en los ya muy conocidos en Colombia retiros de Emaús y posteriormente también participé en encuentros de parejas. En los retiros de Emaús descubrí la cantidad de historias de personas que pasaban del éxito financiero a graves problemas de dinero y posterior deterioro de su vida en pareja y crisis familiar debido a esta situación. En los encuentros de parejas pude evidenciar lo difícil que es para muchos esposos hablar de temas de dinero. Para muchas parejas es más fácil hablar de sexualidad que hablar de dinero. Me atrevo a decir que para muchos es más fácil confesarle a su pareja una infidelidad conyugal que reconocerle que se está en quiebra económica. Es común que la última persona en enterarse de la gravedad de la situación económica familiar es el cónyuge: “Es que no te conté para no preocuparte” ó “pensé que lo podría solucionar”.
Las finanzas personales son como un cubo de rubik: Tiene seis caras; todos las quisiéramos ver perfectamente armadas pero pocos se toman el trabajo de aprender cómo arreglarlas. Armar el cubo de rubik es una secuencia de movimientos que conducen a ordenar las 26 piezas del cubo de 3 filas de manera que las seis caras estén uniformes. Armar el cubo Rubik, así como organizar las finanzas personales no es ni magia ni la fórmula no revelada. Se trata de buscar, dedicarle tiempo, aprender el algoritmo y repetirlo muchas veces. Se trata de vivir las finanzas en pareja y en familia. Una vez que sus finanzas personales están organizadas la productividad mejora y las relaciones de la familia no están amenazadas.